Davina es alegre, optimista y muy confiada. Actúa, se equivoca, descompone y, después, analiza. Pero su manera de conducirse ya no es la misma gracias a un apuesto trigueño, alto y musculoso que se cruza en su camino.
Emilio, su atractivo y formal jefe, es un amargado de tomo y lomo que sucumbe a los encantos de Catalina, una chica cuya vida sufrida parece arrancada de una telenovela barata. Patricio es un hombre tranquilo, relajado, deportista y todo un caballero andante en motocicleta; se trata de aquel, el trigueño alto y musculoso.
Su mejor amigo es Luis, un guapo y arrogante empresario millonario que se las da de invencible en los negocios e intocable en el amor, hasta que conoce a Ana, quien tampoco lo ha tenido nada fácil, y ha aprendido a estar sola aunque no le guste. No está dispuesta a amar ni a formar lazos de ningún tipo con nadie a pesar de ser lo que más anhela.
Varios contratos, diferentes ciudades y una serie de casualidades harán coincidir sus vidas y ya nada será igual.
Después de todo tendrán… la casualidad de coincidir.
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