Te despiertas una mañana y te das cuenta que un solo error ha cambiado la existencia de tu vida, ¿qué haces? Anhelas tanto una caricia, y sin embargo recibes indiferencia, repugnancia, y hasta la misma memoria juega en tu contra.
Ana, es una mujer con un corazón hecho pedazos ensangrentados…, que pide a gritos clemencia al que escribe su historia, y, en este caso, soy yo…, soy ese escritor que me dejo doblegar al final por su tristeza e intento hacerla entender qué…
“Sin memoria no hay ayer, sin lucha no hay hoy, sin fe no hay mañana, y sin amor no hay vida.”
Una farsa del pasado la obliga a huir a Galicia, en busca de una salida, enfrentándose a su peor enemigo, el pasado al que debe desafiar.
¿Entenderá Ana, al final de la historia, que el miedo es un simple sentimiento?
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