Vanessa, tras una ruptura sentimental, alquila un piso en la playa de San Juan de Alicante para estar cerca de sus amigos.
Todo va como la seda hasta que su nuevo vecino entra en acción. Vanessa escuchará, a través de las finas paredes, sus escarceos amorosos, conversaciones con amigos que deberían ser privadas y actos de su vida cotidiana.
Un día, cansada de aguantar, sufre un arrebato de furia y desesperación aporreando la pared de su vecino. Lo que ella no espera es que él responda, iniciándose entre ambos una guerra entre paredes.
Una de las noches en que Vanessa sale de fiesta para olvidar sus penas, esta y sus amigas sufren un atraco y ella queda prendada del policía que la rescata. Miguel es su nombre, un atractivo agente del Cuerpo Nacional de Policía.
Lo que Vanessa no sabe es que ya había mantenido contacto anteriormente con él y que, de hecho, solo un muro los separa.
¡La guerra vecinal jamás fue tan divertida!
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