Orlando, un luchador de AMM, cuyo cuerpo duro está tatuado de la cabeza a los pies. A donde quiera que vaya, los ojos lujuriosos —de hombres y mujeres— suben y bajan por su cuerpo. Pero las mujeres nunca han sido nada para él. A él le gustan los hombres, los tipos duros con nudillos magullados y gruñidos seductores.
Vive para luchar. Vive para estar dentro del ring, balanceándose, recibiendo golpes, esquivando y evadiendo. Cuando está dentro del octágono, todo tiene sentido para él.
Pero su próxima pelea es la más grande en su vida. Le debe diez mil dólares a su antiguo entrenador, y la única forma de obtener el dinero es ganando…
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