La dueña de la pastelería de al lado está preparando su especialidad, tarta de crema, y quiero probarla.
Dicen que un mecánico con un mal pasado no puede ser un buen padre.
Pero ella es mi hija, mi mundo y mi razón de existir.
Mi ex me llevó juicio, y para mi desgracia, el juez le concedió la custodia total de nuestra hija. El problema es que ella es alcohólica pero el juez no me quiere escuchar.
A ella no le interesa cuidar de mi hija… su único interés en la vida es el dinero y los excesos. Convenció a un abogado y al juez de creer que es una mujer nueva y que vive sana y sobria, pero no hay nada más alejado de la realidad.
Luego de meses alejado de mi pequeña y por mi buen comportamiento, el juez dice que reconsiderara su decisión, pero bajo ciertas condiciones: tengo que encontrar una esposa lo antes posible para que mi hija tenga un hogar estable.
La dueña de la pastelería que esta junto a mi taller me ha estado viendo más de la cuenta, incluso más que como un simple vecino…hay algo en mí que le llama la atención.
¿Y cómo no podría notarlo si cada vez que se inclina sobre el mostrador me pregunta si me gustaría probar un trozo de su pastel?
Al mirarla a los ojos, puedo notar lo que está pensando, y eso me gusta.
Por otro lado, ella también está luchando con problemas. Una deuda enorme con el banco amenaza con quitarle su pastelería y ponerla directo en la calle.
Tal vez podamos ayudarnos mutuamente.
Tal vez podamos ser amigos con privilegios.
Ella es experta en calentar las cosas en la cocina, veamos si yo puedo calentar su habitación.
¿Harán una verdadera relación con este matrimonio de conveniencia?
El resto de la historia…. Ufff. El resto no se puede resumir en simples palabras.
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