Adolescente en el Bosque:
Sumisa Virgen Secuestrada y Esclavizada por el Amo Dominante
18 años. Virgen. Sola el bosque.
Y él.
Era su 18 cumpleaños. Con sus amigas.
Decidieron celebrarlo en el bosque.
Se perdió. Se quedó sola. Y apareció él.
Jack. El guardabosques. Su salvador. ¿O no?
Había historias sobre las bestias del bosque.
Y Jack era el peor de todas ellas.
Alfa. Firme. Exigente. Dominante.
Y Aina era su nueva presa.
Secuestrada. Llevada a su cabaña. Atada.
Y entrenada. Moldeada. Convertida.
De virgen a sumisa. De mujer a esclava.
Pero… ¿y si eso era lo que ella quería?
¿Y si era la mayor fantasía de Aina?
¿Y si aquello era obra de su mejor amiga?
¿Y si había pagado a Jack para hacerlo?
… ¿Y si Aina no sabía nada?
Borrada y Renacida:
Dueño vs Esclava. Psicópata vs Manipuladora. Demonio vs Ángel
Él casi la vuelve loca.
Ella destruyó su mundo.
Dane Howard entró en el despacho.
Traje a medida. Espaldas anchas.
Ojos azul hielo. Mirada de depredador.
Y taladró a Scarlett con sus zafiros.
Dane era un asesino en serie.
Psicópata. Dominante. Animal.
Pero sólo mataba criminales.
Scarlett era una psiquiatra.
Inteligente. Independiente. Divertida.
Pero deseaba la oscuridad de Dane.
Estaban hechos el uno para el otro.
Scarlett se enamoró de su peor paciente.
Dane se obsesionó con su psiquiatra.
Y ambos se perdieron en el abismo.
Dane la secuestró. La encerró. Literalmente.
Una pequeña jaula con barrotes de metal.
Y Scarlett lo volvió loco desde dentro.
Lo convirtió en su pequeño guardián personal.
Amo. Sumisa. Dueño. Esclava.
Psicópata. Manipuladora. Demonio. Ángel.
Amo Oscuro:
Sumisa Entregada al Señor del Crimen
Evan Morrow es un auténtico monstruo.
El peor hombre que he conocido nunca.
Sádico, insensible, dominante y letal.
Y maneja su mafia con puño de hierro.
Yo era su próxima víctima. Muerta de miedo.
Ya tenía las cadenas en las muñecas.
El collar en el cuello. Y ninguna esperanza.
Era el fin de mi vida. Secuestrada. Esclava.
Y entonces vi sus zapatos de cuero negro.
Su traje a medida. Sus hombros anchos.
Y sus ojos de un frío hielo, devorándome.
Ladró a sus hombres y me liberaron.
Me subieron a su coche.
Me llevaron a su mansión.
Y me encerraron en un cuarto.
Una jaula con sábanas de seda.
Morrow apareció al día siguiente.
Me dio dos opciones. Sin más.
Podía irme, recuperar mi vida, y olvidarlo todo.
O podía quedarme. Ahí. Con él.
Morrow era un monstruo sin conciencia.
Y vio en mi su última oportunidad.
La única capaz de redimirle.
Elegí quedarme.
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