Carrie solo había cometido un pequeño error, aunque puede que ni siquiera eso, pero ese fallo había cambiado su vida por completo y había arruinado su futuro para caer en un pueblo abandonado de la mano de Dios en el estado de Texas. ¿Cómo podía tener tan mala suerte? Pues eso no era todo, porque un vaquero medio chiflado le había echado el ojo y no se libraba de él. Pero ya le dejaría ella las cosas claras.