Melissa era sólo una campesina.
Una ciudadana ejemplar.
Una hija modelo.
Una joven virgen.
Hasta esa noche.
Como cada año, el pueblo votó.
Un sacrificio a sus 3 guardianes.
Los 3 dragones de la montaña.
Fafnir, Boros y Leviatán.
Ellos protegían el pueblo.
Y ellos tomaban su pago.
En ocasiones, el tributo volvía.
En otras… no.
Pero Melissa no tenía opción.
Su destino, en estas páginas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario